tu veneno que me quema
y tu efecto nada calma
te disfrazas de lo que me hace falta."
Dijiste ser precisamente lo que me hacía falta, quien quitaría cualquier sombra de mentiras estúpidas, hipócritas carcomidas y chistes muy, pero muy malos.
Y te respondí que sí, que efectivamente terminarás siendo mi perdición predilecta (pero nunca una obsesión), y que serás mi antojito de fin de semana favorito.
P: Eso... eso sonó un poco raro.
X: Descuida, que todas las mujeres suenan raro.
X: Descuida, que todas las mujeres suenan raro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario