domingo, 2 de noviembre de 2008

¿Puedo hablar contigo? (o horrible y dañino círculo vicioso de imposibles o posibles futuras frustraciones)

p dice:
creo que no soy una persona de domingos
young democrat dice:
por qué?
young democrat dice:
te ponen a pensar
p dice:
y es lo que menos quiero
p dice:
pienso. y creo
p dice:
que me hace daño
young democrat dice:
te hace daño, te haces daño
p dice:
qué tanto daño, dios
young democrat dice:
al parecer, un daño considerable
p dice:
y qué se hace con tanto daño?
young democrat dice:
correr lejos
young democrat dice:
porque no se puede vivir así
young democrat dice:
o sí?
p dice:
no, no se puede
young democrat dice:
entonces p
young democrat dice:
qué hacemos!
young democrat dice:
porque no me gusta que seas la canción de fondo
p dice:
pues, por momento pondré mute
p dice:
tú crees?
young democrat dice:
me parece perfecto
young democrat dice:
mejor aún si escuchas otra música

p dice:
entonces, qué recomienda ud.?
young democrat dice:
que te olvides, que cambies de emisora
p dice:
indeed. lo intentaré


young democrat dice:
siento que nada va a cambiar después de hoy
p dice:
te digo un secreto?
young democrat dice:
me encantaría
p dice:
yo tampoco creo
young democrat dice:
y podrías ser tan feliz

3 comentarios:

Emilia Rosan dijo...

yo soy milanesa, tù puedes ser filet mignon.

Lúdica dijo...

detesto el domingo.

y si uno empieza a pensar a ni el cambio de emisora nos para =|

Anónimo dijo...

domingo es un cajon en el que amontonas todo... y cuando te topas con él da una flojera ponerte a ordenarlo