domingo, 28 de octubre de 2007

Franz (o como "qué bonita, qué bonita")

No tengo mucho que decir
Yo soy una canción para tí
No tengo mucho que decir
Yo soy una canción para tí

No tengo mucho que decir
Yo soy una canción para tí.


Me miras. De cerca me miras. Cada vez más cerca y entonces jugamos al cíclope. Ah, pero no.
Me mirabas. De lejos me mirabas. Siempre de lejos, y entonces jugábamos a que me mirabas y yo ocasionalmente miraba en tu dirección de reojo.
It's been a long time, been a long time, been a long lonely lonely lonely lonely lonely time. En realidad ni mucho "lonely" eh, pero sí mucho, mucho tiempo. Hasta ya me preguntaba qué habría sido de tu vida, nunca tanto como "fácil murió", ni nada por el estilo, no. Qué bonita, qué bonita.

De llegar a algo así como trescientos setenta y cuatro de Alcalá, tocar dos timbres y abrir la puerta, entrar a una tenue sala y saludar a mitad de presentes. Antojarse de pequeños (en realidad grandes) bocaditos chinos e ir a la cocina muy secretamente a comer t-r-e-s. De nuevo antojarse, esta vez de helado y cigarros, y caminar con Ms. Gaia por una larga recta de parque, dos cuadras a la izquierda (¿está bien por aquí no? - Sí) y defrente, y el Rancho, y "por favor cuando no vengan carros".
Y grifo, quiero un jet, espera, ya me antojaste de un frío rico, ah, y mis cigarros pues. ¿Eso es todo? Sí. No tengo cambio de veinte, pero sí de diez (lo que me recuerda que le debo algo así como un sol ochenta a Ms. Gaia).
Y subir una cuadra a la casa de "Lucro" y esperar un rato terminando el jet, y el antojado frio rico (de trufa eh) en su sala, culminado todo con su llamadita y "ya iré a la reu, voy de regreso del Claretiano - oye y la china? - No, no sé".
Y otra vez a salir, cerrar puertas, cruzar pistas, seguir dos cuadras, la línea recta del parque (y la muy chistosa casa anti-halloween). Ding-dong. Hola de nuevo. Qué bonita eh, qué bonita.

Lo que sigue no es muy claro, o quizás sí, ya ni sé. Recuerdo haberme antojado terriblemente de un whisky on the rock's con tres peces de hielo y algo de guaraná. Tomé tres. O cuatro. Sí, creo que fueron cuatro o cinco en total. Ah, y la sangría de "Lucro". Eh! y la cerveza de "Lucro" también, hasta en el pantalón (risas), y los chizitos fiesta a pedir de boca, y Buda. Y sonrisas coquetas, y un clarísimo "qué linda estás eh, qué bonita, qué bonita". Blush. Qué bonita, qué bonita.

No sé en qué punto empecé a mirar-te. No sé hasta qué punto no dejaste de ver-me. Si Ms. Gaia no me lo decía, hubiera creído que mi cabeza, lejos de ser usada como un revólver, estaba jugando bromas algo pueriles (y crueles) conmigo. No has cambiado nada. Así, na-di-ta.
Yo sí, sí que he cambiado. Y te diste cuenta, y creo que hasta quisiste desesperadamente hacérmelo saber. O no, no sé, nunca tanto. Qué bonita, qué bonita.

Toda una bachelorette, sí.
Y después siempre, la cópula. Tres veces. Tres veces tres.

jueves, 25 de octubre de 2007

Le troisième acte.

Hoy no puedo, sí puedo, no puedo.
Despacito, despacito cada botón.
Lo que en teoría realista es tu imagen se quedó puntual en mi subconsciente, y ayer no me dejó dormir.
No dormí.
Abrí los ojos, miré el techo, y no pude volver a dormir.
Pienso, luego existo.
Te pienso, y luego existes.
Existes por mí, al menos en teoría realista, y puntual eh.
Eres una máquina para hacer pájaros.
Una pobre, balurda, sucia y puta maricona máquina para hacer pájaros.
Tu ne vaux pas la peine,
tu avais toute la raison, chéri.

Le deuxième acte.

Te voy a empapelar. Lo haré, y quizás hasta con celofán de color azul o verde, para que veas tu mundo como lo haría (y siento) yo. Porque sí que puedo (y consigo) ser tan egoísta como tú querrías ser. Y lo conseguiste.

Eras mi tema elegido, mi debate preferido, mi problema predilecto…mi persona favorita.

Un premier acte.

Un cuarto oscuro. Algo así como una cárcel, aire denso y vagos hilos de luz. El tiempo está regulado implicando vida.
Me faltan treinta, me faltan cuarenta, me faltan cincuenta.
¿Qué es la vida? - Eros, dijo él.
Quiero sentir un poco de tránsito a través de mi nada, déjame caer – dijo ella.
Luz es vida, y yo aquí odiando su tránsito. ¿Acaso eso me hace un pobre estereotipo de suicida? Si es así como nos tratamos, esto va mal, muy mal.

No es posible que estemos aquí para no poder ser.
Me niego a ser fugaz, nunca jamás como duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks, nunca más fingir, y ahí acabome.

lunes, 22 de octubre de 2007

Venus in furs. (o Nausea)


Shiny, shiny, shiny boots of leather
Whiplash girlchild in the dark
Comes in bells, your servant, don't forsake him
Strike, dear mistress, and cure his heart.


Nausea. Nada tan estúpido como perder cincuenta soles de la NADA. De la nada, y fue.
Nausea. Nausea y algo así como lágrimas en los ojos y un pequeño vacío en el pecho derecho, todo por pasar por tres o cinco calles en particular que me movieron todo. Todo, y todo de nada eh.
Yo que creía estar lista para, pero no. Olvidé esa parte. Olvidé el llanto. La parte importante del llanto, igual heaven knows i’m miserable now. Todos saben que i’m miserable now. Bueno, en realidad no todos pero supongo que Morrisey sí (todo capo él pues).
Asi como caught beneath the landslide, en un champagne supernova en el cielo pues.
Ya, dejaré de escribir.
Empezaré a tomar agua.
Me acostaré.
Me cubriré bajo la cubrecama.
Gimotearé y quizás hasta las 2 de la mañana.
Luego pensaré algo como: “qué chucha estoy haciendo?”
Y algo así como la idea del karma me consolará.
La sola idea de que todo encuentra la manera de funcionar hará que deje de sentir una especie de inevitable estupidez por todo lo relacionado a…todo.
La sola idea de que te quemaré. Sí.
No puede ser que estemos aquí para no poder ser.

Quiero regresar en el tiempo y no haber nunca entrado ese día, y nunca nada de nada, hasta haber salido. Odio bastante estas cosas. Las odio. Malditos cincuenta soles.
Cuando sea una Venus en pieles morirás. A lo mejor y no, pero bah, da igual.

domingo, 14 de octubre de 2007

C'mere (o como recuperé algo. sí)

It’s way to late
to be this locked inside ourselves
the trouble is
that you’re in love with someone else
it should be me.
Oh, it should be me.




Gregorovius le acarició el pelo, y la Maga agachó la cabeza. “Ya está”, pensó Oliveira, renunciando a seguir los juegos de Dizzy Gillespie sin red en el trapecio más alto, “ya está, tenía que ser. Anda loco por esa mujer, y se lo dice así, con los diez dedos. Cómo se repiten los juegos. Calzamos en moldes más que usados, aprendemos como idiotas cada papel más que sabido. Pero si soy yo mismo acariciándole el pelo, y ella me está contando sagas rioplatenses, y le tenemos lástima, entonces hay que llevarla a casa, un poco bebidos todos, acostarla despacio acariciándola, soltándole la ropa, despacito, despacito cada botón, cada cierre relámpago, y ella no quiere, quiere, no quiere, se endereza, se tapa la cara, llora, nos abraza como para proponernos algo sublime, ayuda a bajarse el slip, suelta un zapato con un puntapié que nos parece una protesta y nos excita a los últimos arrebatos, ah, es innoble, innoble. Te voy a tener que romper la cara, Ossip Gregorovius, pobre amigo mío. Sin ganas, sin lástima, como eso que está soplando Dizzy”.

Capítulo 12. Rayuela. Fragmento.


Ya está, tenía que ser. Sólo que sin diez dedos y sí con frío, y alcohol y qué sabe Dios cosas más encima. No hay pretensiones de excusar nada, nada.
Recuperé mis bolas, broder. Creo que recuperé al menos una o gran parte de las dos.
Y pues, como diría Rafito, "todo es precario, ctm".

domingo, 7 de octubre de 2007

Girl, you'll be a woman soon. (o como me convertí en señorita sin mis bolas)


Well I've finally found
what I'm a looking for
But if they get their chance
they'll end it for sure
Surely would
Baby, I've done all I could
Now it's up to you


Hace como cinco o seis años hice cosas imposibles, y creo que fue porque era toda una niña creciente (así como la Luna, todo porque soy Cáncer). Pero después de una desfachatada anécdota y suceso que quizás y jamás, querido lector, logres saber, perdí mis bolas. Las perdí y no las he vuelto a ver, o bueno a veces puedo distinguir el vacío que dejaron, y trato de llenarlo con Rudeza, pero a veces y ni ella puede. A veces sí, y en eso estoy, en eso ando. Entonces crecí desde entonces sin mis bolas. Aunque creo que de a pocos me voy animando a hacer cosas imposibles de nuevo, claro que nunca tan posibles como llegar a darte un papel impreso con algunos párrafos, letra garamond número doce (tal vez) y con una muy sincera (y bien hechita) pregunta al final que leerías. Y que al levantar la cabeza para (quizás) darme una respuesta, no verías ni la sombra de lo que dejé (porque necesitaría indispensablemente de mis bolas para hacerlo, y quedarme a ver tu expresión, como me dijeron).
Sí, eran varios párrafos bien hechitos fríamente calculados para darme cierta ventaja, tiempo de correr, de alejarme, y aquí te das cuenta de lo maricona que realmente soy.

Sé que gasto infinidad de papeles y gestos en afirmar mi tan afamada (y bien famosita) Rudeza, “broder”. Pero no, contigo no porque sí. Y al final del día es que, cuando me siento frente a una pantalla semi-gris por el escarchoso gris de lima y mi falta de laboriosidad, Rudeza se va a dormir y se prepara para el día siguiente, mientras Rosa Patricia se queda mirando la pantalla. Ah, y escuchando música (siempre, y siempre siempre pues) esperando a quizás tener una relevante conversación. Y con quien se ofrezca buenamente a dársela, eh. A Rosa Patricia le estresan ese tipo de conversaciones llenas de nada con “no-personas”. A Rosa Patricia le aterra, y quizás hasta terriblemente, quedarse inconclusa, mientras pasan los minutos y nadie dice nada (ninguno de los dos) y piensa “demonios, por la puta madre, qué imbécil, es un maldito idiota - Si o no, Fá? – Pfff, pero por supuesto, maldito c-s-m”, hasta que se anima, dice algo, le aterra aún más, y tan de sobremanera que se va a dormir con Rudeza, o hace que él se vaya con algún tipo de incoherencia de la que se arrepentirá por algunos minutos, o durante el transcurso del día siguiente. A Rosa Patricia le aterra también el rechazo, espantosamente.
Esto es difícil. Realmente lo es.

Pero nadie dijo que iba a ser fácil, o bueno Rudeza sí lo hizo, pero ella no cuenta. Quiero mis bolas de nuevo, csm.