martes, 12 de agosto de 2008
Muchacha ojos de papel (o deseos de sueños entre manos)
No sabe precisamente qué hora es, pero Paula siempre abre los ojos casi casi tres minutos antes de darse cuenta que el despertador de su celular todavía no sonará. Y le pesa tanto que no sabe qué hacer.
¿Por qué?
Pues, podría enumerar un sinfín de razones, pero no lo haré. Hoy me remito simplemente a ser una espectadora más de aquella disimulada muchacha. Ella que todo lo ve, que todo siente, que trata de desempolvar un poco el desbarate que lleva dentro. Que se levanta, y se asegura de que ambos pies no toquen el suelo directamente cuando es invierno. Entonces, con pasos torpes, logra desperezarse, llegar al baño y darse cuenta de la persona al otro lado del espejo que la mira casi directamente, evidentemente muchísimo más despierta que ella misma. Sonríe, y ella le devuelve la sonrisa (media sonrisa, en realidad).
“Sólo sueña un sueño despacito entre mis manos, ¿quieres?”.
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1 comentario:
y si estamos con spinetta, hacer el favor de escuchar "los libros de la buena memoria" y "el anillo del capitán beto".
*muchas gracias.
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