Los arrepentimientos y las abjuraciones, la predilección por los pequeños conjuntos, las misteriosas grabaciones con seudónimos y denominaciones impuestas por marcas de discos o caprichos del momento.
Y huelen despacio y dulcemente a perfume y a piel y a calor.
Y todo es turbio y sucio y canalla y cada hombre…
Y se van dando al miedo delicioso y a la noche.
Y todavía vírgenes hasta el sábado siguiente.
Todo estaba bien, en efecto todo estaba.
jueves, 14 de febrero de 2008
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