lunes, 24 de setiembre de 2007

Carnaval.


Seria tan fácil siendo lluvia
solo un roce y tendría que caer
seria tan fácil siendo monte

en mi pecho te abrazaría con mi piel




-En ocasiones no le respondía. Me llevaba una mano a la boca
y empezaba a respirar con la nariz, apenas un poco de aire,
el suficiente,
pues sabía que él empezaría a buscarme,
aún más silencioso que yo,
deslizándose por los oscuros pasillos de la casa hasta localizarme
gracias a mi respiración o al calor que emitía mi cuerpo,
nunca lo supe, y entonces todo recomenzaba.
...
Una noche de la que hoy me avergüenzo le dije que
estaba enamorada de él y le pregunté qué sentía por mí.-
Una novelita lumpen, Roberto Bolaño.



Qué sentía por mí, qué diablos sentiría él por mí pues. Ni Sabrina, ni las cartas, ni el horóscopo, ni mucho menos él sabe qué siente por mí. A veces creo que sólo es una estúpida idea dando vueltas mi cabeza (pero no todo el día eh, sólo algunas horas punta).
Debería decirle lo que siento, muy a pesar mío y de mi boca, como dice Jordana y el polaco.
No debería decirle nada y que se joda por ser un idiota, muy a pesar mío (sí), como dicen las chatas. Me sería muy útil tener una de esas maquinitas para volver en el tiempo y nunca jamás haber aprendido a usar una computadora de puta pequeñita. Sï. Y a lo mejor hubiera sido primer puesto en el colegio y sería toda una erudita ahora.
En realidad no, lo dudo seriamente.


Hace como tres días regresé al negro, y hoy me siento un poco menos yo y más otra persona - ¿qué persona? Eso no lo sé. Supongo que tengo mitad de vida para descubrirlo antes de volver a ser otra. Quizás una rubia ceniza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El negro es un hermoso color.

Que sea lo natural, aunque sea el cambio.