- Saber casi con pura exactitud qué fin de semana -y mes- será decisivo para finiquitar (por fin) un dilemilla de sintáxis práctica, y pura estupidez, es sabroso.
- Dejar de aportar dinero para libar se ha convertido en una maravilla para mi ahorro.
- Beber agua San Mateo es la delicia, no se diga más.
- Enterrar fantasmistas del pasado es súper divertido.
- Estar completamente lúcida en momentos importantes es genial - lo recomiendo altamente.
- Nunca antes me sentí tan indignada, "gracias".
- Bravo pour moi.
El día después (léase Sábado) fue incluso más genial:
- Decidir aventurarse por las calles con un buen amigo pescado, con el destino que éste último tenía planeado, pero que totalmente desconocía (bueno, no del todo) resultó increíble.
- Encontrarse con personas esperadas, y reir y caminar un montón a destinos impensados.
- Divertirse en fiesta de cumpleaños ajena / Aprender a ser mirada, y a mirar again / Jugar al cíclope por calles libertadoras / es vivir.
- Pasear por Vivanda como si fuera un refrigerador es aterrorizante.
- Comer batimix a las tres y media de la mañana, en la esquina de Alcanfores con Benavides, y abordar un taxi con desconocidos a sitios residenciales puede ser interesante.
- Observar películas sedgwickeanas y sentirme muchísimo más señorita que ayer es libertad.
3 comentarios:
buenas líneas... yo he cumplido algunas de tu lista.
en un momento pense q era x la canción Señorita de Joaquin Sabina.
buena vibra....
Yo lo hice maso temprano, lo últimos 3 sábados. A las 3 estaba en algo mejor.
¿San Mateo? No, San Luis con gas y con kas.
sobria las cosas toman ooootro matiz
Publicar un comentario