viernes, 18 de julio de 2008

I fall in love too easily (o un paseo por Montmartre)


Caminábamos por Montmartre, impregnándonos del aire impresionista, contagiándonos de la bohemia parisina. Los árboles lánguidos y desnudos nos miraban celosos, casi como reprochando nuestras manos juntas y nuestros pómulos rosados. Les bons messieurs nos ofrecían pequeños molinos rojos y cabareteras seductoras entre sonrisas y quatre euros, tan irresistiblemente bohemios y parisinos que era de lo más difícil decir "non, merci”, pero teníamos ya como tres maletas llenas de pequeñísimos molinos y lindísimas putas.

Caminábamos por Montmartre, impregnándonos del aire impresionista. Y éramos los dos extraños más bohemios y parisinos de la Rue Norvins.

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