domingo, 6 de enero de 2008

Quince dos puntos cero tres (o 15:03)

Paula llegó de madrugada a su casa, luego de despedir a uno de sus queridos amigos en, literalmente, el culo del mundo. La había pasado tan bien toda la tarde en ese sábado que no prometía mucho, subiéndose en una combi con destino errante de coordenadas "te-bajas-pasando-el-rancho-y-te-metes-en-la-calle-Sor-Matte", y llegando a divagar por mil pequeños parques inundados de niños, risas y bicicletas formidables. Sí, eran tantos los niños, las risas y los parques que Paula y su amiga Anairam se frustraron un poco en su vago intento de ilegalizarse un poco, hasta que lo consiguieron (Paula muchísimo más que Anairam) y rieron en un lugar llamado "La Piccolina", o algo así. Y caminaron muchísimo luego, y se rieron de peces Guppy (que eran Yupi) y de la maldita escasez de Goldfish de la tienda de mascotas.
Paula cerró los ojos por un par de minutos (o al menos eso parecieron) y luego apareció casi instantáneamente con Anairam en la casa de la pequeña y dulce Ipince. Entraron, subieron, comieron algo de bocaditos chinos, y luego bajaron porque Lucero y Gino esperaban con el taxi que los llevaría, literalmente, al culo del mundo. A Paula generalmente no le molesta ir en automóviles por toda la gran inmensidad de Lima, pero sí que la tilden de niñita aristócrata ignorante de sitios como San Miguel o Bellavista: le exaspera totalmente. Entonces llegaron y, como era de esperarse cuando hay una baraja de naipes cerca, jugó con sus destinos. Anairam e Ipince fueron las más entusiasmadas, y las más sorprendidas con el resultado de aquellas cartas. Lo que siguió de la noche fue alcohólico y entretenido, hasta el arribo del taxi a las tres y media (o un poco más). Y el trayecto de regreso cargado de anécdotas y chismes, y cosas por el estilo, hasta la llegada que comenzó esta historia.

Paula no tenía sueño, así que prendió el televisor luego de quitarse la ropa, claro, y lavarse los dientes. Cerró los ojos ya en su cama, again, y se dio cuenta de que eran como las cinco y media, y estaba amaneciendo. Se asustó, y decidió dormir: sería un día bastante agitado el que la esperaba.

5 comentarios:

CHIC-HANDSOME dijo...

have great week

Anónimo dijo...

Gostei muito desse post e seu blog é muito interessante, vou passar por aqui sempre =) Depois dá uma passada lá no meu site, que é sobre o CresceNet, espero que goste. O endereço dele é http://www.provedorcrescenet.com . Um abraço.

Lalo Williams dijo...

Ilegalizarse. Un poco? o más que un poco?

será esa otra gran particularidad? junto con los vacíos inocuos y las desesperanzas?

será el síndrome de Pierre Nodoyuna?

o serán simples coincidecias? como el hecho de pasear y haber radicado yo y mi más que un poco ilegalizada vida a pocas cuadras de piccolinas y pecesitos yupis y monjas con nombres de infusión?

o será que simplemente somos cancer?

??

Lalo Williams dijo...

Es que el hecho no es escueto. Viene acompañado, como ya te dije, por mi ilegalización periódica y pertinaz en los parques de esa zona que tán detalladamente y con tán pocas palabras describes a la perfección.

Pero sí, tal vez más que simple coincidencia hubiera sido el hecho de que anduviéramos deambulando por aquellos lares pensando simultáneamente en la escasez de pecesitos goldfish en el mundo.

Ante esa falta de coincidencia, es que pienso que Pierre hubiera dicho algo así como:

"Sacre Bleu!!! No hay derecho!! Haz algo Patán!!!"

O tal vez, como casi siempre, todo se arregle con un chocolate... de esos... que endulzan la vida...

Lalo Williams dijo...

mmmmhh!! galletas de chispas de chocolate!!

y yo hubiera ido corriendo!!!

(espera... ése tendría que haber sido Patán!)

mejor sería que fuéramos nosotros mismos por las chispas... conociendo el largo historial de "éxitos" de Pierre y Patán, tal vez terminen ellos con chocolate hasta en las orejas... pero chispas... nada!... y galletas... menos aun!!!

claro que si lo consiguen... qué mejor pretexto para un bailecito curioso sobre-sitio!!