viernes, 6 de junio de 2008

Please please please let me get what i want (o profundos y no tan inconscientes anhelos y pestañas)

Paula (ni de Kopelman o Kelsen esta vez) abrió un ojo primero, y el otro después, pestaña por pestaña cuidadosamente, como si se trataran de las de una muñeca a la que acabasen de pegárselas. Era una hora un poco indecente, pero decidió pararse de la cama anyway e ir a lavarse la cara. Sentía los pies raros, el abdomen hundido, las manos heladas y la frente sucia, sucia. No sabía por qué – no, en realidad sí sabía: había pasado toda la noche hundiendo las yemas de sus dedos entre sus cejas y su pelo, extrañando un poco el cerquillo que ya no le era permitido usar.

En realidad extrañaba algo más que a su cerquillo, pero no entendía cómo se podía extrañar eso que jamás había tenido y sólo había podido imaginar tener casi todas las noches, sólo segundos antes de caer profundamente inconsciente. Paula quería casi encarecidamente que, for once in her life, le permitiesen tener lo que quería, Lord knows it would be the first time.

Se vistió, tomó su cámara y salió a clases.

3 comentarios:

Seamos lecas dijo...

Me encanto

Anónimo dijo...

me too

giampiero dijo...

no hay nostalgia peor
que añorar...
lo que nunca jamás
sucedió