Un cuarto oscuro. Algo así como una cárcel, aire denso y vagos hilos de luz. El tiempo está regulado implicando vida.
Me faltan treinta, me faltan cuarenta, me faltan cincuenta.
¿Qué es la vida? - Eros, dijo él.
Quiero sentir un poco de tránsito a través de mi nada, déjame caer – dijo ella.
Luz es vida, y yo aquí odiando su tránsito. ¿Acaso eso me hace un pobre estereotipo de suicida? Si es así como nos tratamos, esto va mal, muy mal.
No es posible que estemos aquí para no poder ser.
Me niego a ser fugaz, nunca jamás como duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks, nunca más fingir, y ahí acabome.
jueves, 25 de octubre de 2007
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