viernes, 16 de enero de 2009

Nude (o líneas de un Lunes)


"So don't get any big ideas
they're not gonna happen.
You'll go to Hell for what your
dirty mind is thinking."





Paula trataba lentamente de reconstruir su Lunes mientras jugaba con el cordón del polo (negro) que traía puesto, recostada en el más que transitado y cómodo sofá que antes le había servido para asimilar (jodida) información (valiosa). Escuchaba risas y comentarios a lo lejos, respondía afirmaciones con esa poca voz que le queda a uno a las dos de la mañana, miraba el suelo y tomaba su vaso. Abría su cajetilla y se encontraba cada vez con menos cigarros (“Es imposible que haya fumado tanto, ¿o sí?”). Adivinaba la suerte de unos pocos, y tentaba con el destino de otros. Recibía más alcohol, y se daba cuenta de que los minutos pasaban cada vez más lento. Más lento. Lento.
- Sí, hoy estuve en Dinamarca, y llovió como debía. Fui a misa, y me sentí tan en paz conmigo (finalmente) que comulgué y sentí… precisamente lo que años de religión forzada nunca hicieron. Llegué sin querer, y casi queriendo, a algunas esquinas, a varias bancas y pocos parques, a muchas risas y cortas llamadas telefónicas, a la casa que, al menos para mi, huele a viernes todos los días (y no porque sea cliché, sino porque sí).
Luego se vio cercada, acorralada, pero segura. Segura, y tan insegura como cualquier muchacha ojos de papel se hubiera sentido. Dejó de jugar con su cordón, y se tapó la cara con ambas manos – no podía con el rubor. Fue en ese momento que empezó a sonar una canción en su cabeza, así que bajó las manos y se detuvo a ver de cerca lo que tenía en frente mientras repetía mentalmente sus notas:

A veces me gustan sus labios
y la idea de toda su boca.
A veces me divierte pensar en besarlos,
en mirarlos de cerca,
tocarlos y probarlos
como hacen las reposteras
con los dulces que preparan.
A veces, y sólo a veces,
me gustaría que volvieras a besar mi frente,
mi hombro derecho y la esquina izquierda de mi boca.

...


Ahora sentía su respiración a casi dos centímetros de distancia, y quizás por ello todo iba sucediendo rápido. Más rápido. Rápido. Hasta que todo se detuvo de golpe y se dio cuenta de que era momento de irse y enfrentar lo que sea que estuviera esperándola tras la puerta del garaje.

“Quizás no vuelva a suceder" , pensó. Y se echó a dormir - había sido un Lunes muy largo.

3 comentarios:

AntonellaB. dijo...

me agrada que todos los dias de tu semana tengan la cualidad de ser intensoso interesantes, me contagiarè un poco

AntonellaB. dijo...

como soy? mmm delgada, 1.60, cabello ondulado y rebelde (el cual amo)

AntonellaB. dijo...

ya me lo corte una vez y quedo estilo mafalda, terrible...